Testigos centenarios. Junto al roble, el castaño ha dominado estos montes desde tiempos inmemoriales. Ya en el siglo XVI, el médico y escritor Luis de Toro aludía a la "infinita y numerosa selva de castaños". Las enfermedades (la tinta) y el monocultivo del cerezo acabaron con aquella abundancia, de la que hoy quedan escasos, aunque espectaculares ejemplares, declarados árboles singulares.
Desde la zona más alta de Casas del Castañar, se inicia el sendero por una calle que se convierte en camino cementado entre fincas, ganando altura. Se separa del PR-CC 24, para internarse en zona de castaños, allí observamos el primer castaño centenario, en el paraje de Condelobos. Seguiremos subiendo pasando por otros castaños espectaculares pero anónimos, hasta llegar a un camino entre robles y un claro del bosque, desde donde ya en descenso, abandonaremos el camino a la altura de un panel temático, junto a los castaños de la Fuente de las Escobachas, por una estrecha senda a la derecha. A los pocos metros tomaremos otro camino que en descenso nos acerca al pueblo, ya en zona de cerezales hasta las primeras casas de Casas del Castañar, donde finaliza la ruta.