Valle del agua
El Jerte es el Valle del Agua, la unión entre valle y río es tal, que les lleva a compartir hasta el nombre. El río nace en la cabecera del Valle próximo al puerto de Tornavacas, un humilde origen para una auténtica fuerza de la naturaleza, sobre la que se sostiene la vida de esta comarca. Valle y río no se pueden entender sin la red de arroyos y gargantas que los alimentan, formando un sistema hídrico de sangre transparente que circula valle abajo buscando su camino entre imponentes murallas de roca. Esa lucha de milenios ha conformado una suerte de intrincados laberintos, donde se esconden un puñado de espacios geográficos singulares: Las Gargantas del Jerte, auténticos tesoros geológicos y medioambientales. Asomarse a este sendero de agua y roca, es hacerlo al mismo corazón e historia de este Valle a los pies de la Sierra de Gredos. Un viaje que nos conducirá a rincones donde la belleza natural se muestra en todo su esplendor.
Caminos del agua Cascada del Caozo – Garganta Bonal
Entre el intrincado dédalo de gargantas del Valle, vertiendo en la margen izquierda del río Jerte, nos encontramos con la Garganta Bonal, recibe sus aguas del Barranco del Bonal de los Llanos, que nace en las faldas de la Sierra de Tormantos próximo al Embalse de Piornal. Precisamente, entre Piornal y Valdastillas se encuentra la garganta, acopiando algunos de los parajes más impresionantes que nos depara el Valle.
La Cascada del Caozo, ubicada en la Garganta Bonal, es uno de los saltos más famosos del valle, tanto por su espectacularidad y belleza como por su fácil acceso. Existe un sendero homologado, que parte de Valdastillas: el "SL-CC 32 Cascada del Caozo", para quien prefiera disfrutar de este paraje con la calma del caminar. Aquí, el agua cristalina se fragmenta en blancas cortinas líquidas que se despeñan por la vertiginosa espalda de un gigante de piedra.
En años escasos en lluvias de primavera, el salto de agua pasa a convertirse en un hilo de agua a finales de mayo. Por el contrario, en años con generosas lluvias primaverales el salto puede disfrutarse hasta bien entrado el verano. Pero ésta y el resto de gargantas del Valle del Jerte, solo necesitan unos pocos días de lluvias consecutivas para mostrarnos la espectacularidad de sus saltos de agua con el ruido ensordecedor del agua contra el granito.
Además de la Cascada del Caozo, la garganta Bonal cuenta también con la Cascada del Calderón, algo más arriba, junto a un humilde puente de piedra: el Puente de los Molinos. Pero la sencillez aquí solo corresponde a la obra humana, porque la que es fruto de la naturaleza resulta realmente extraordinaria.
A dicha cascada, podremos acceder a pie por el sendero "PR-CC 15 Camino Real Navaconcejo - Piornal".
En 1883 el periodista vasco Nicanor Zuricaldy escribió: "Aquí entre los castaños y robles que se elevan con gruesos de ocho varas y alturas de sesenta; por las gargantas hondas las aguas se despeñan, en resonantes arpas y en cristalinas trenzas". Esta frase nos puede dar una idea del valor y dimensión que tienen los saltos de agua en el Valle del Jerte.
