Pequeña villa situada en el curso del valle, junto al río homónimo, enclavada en la bella comarca natural del "Valle del Jerte". Pueblo con arquitectura popular entramada, que aún puede admirarse entre sus callejas, con casas blasonadas en el barrio de los Bueyes, que sobrevivió al saqueo perpetrado durante la Guerra de la Independencia, 1809, por las tropas francesas. En la calle Ramón Cepeda se ven edificios notables, de nobles sillares, arco de medio punto y escudo con orla, cuando no algún que otro dintel donde está inscrita la fecha de construcción, en el siglo XVIII.
Cuenta la población con dos piscinas naturales, una junto al parque El Nogalón (junto a este panel), y otra un poco más arriba en el río, la de Tenerías.
También se puede visitar en las proximidades de la localidad de Jerte, un Centro de Reproducción de Salmónidos: dedicado a la cría y observación de la trucha común para repoblar los ríos de Extremadura; y el Centro de Interpretación sobre la fauna y flora de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos que se encuentra a la entrada de la Reserva homónima.
Está incluida dentro de la "Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura", declarada Reserva Natural en 1994 para la preservación de los pocos ecosistemas de montaña presentes en Extremadura, el área está comprendida entre la Sierra de Tormantos, la Sierra de Gredos y el río Jerte.
La Garganta de los Infiernos y su zona conocida como "Los Pilones", es uno de los lugares más famosos de la Reserva. Lugar en la que abundan los saltos de agua y cascadas, donde encontramos grandes pozas (las marmitas gigantes) excavadas en la roca por la erosión fluvial.
Debido a su variación altitudinal (600-2300 m), encontraremos una gran variedad de ecosistemas ricos en biodiversidad, con vegetación de bosque caducifolio (roble melojo, espinos o majuelos, madroños, cultivos de cerezo, bosque de castaños...), bosque de ribera (aliso, fresno, sauce y también reliquias botánicas como el acebo, tejo y abedul), piornales serranos (con piornos, cambriones, enebro rastrero...) y pastizales alpinos (alpe o cervuno, gencianas, azafrán serrano...); además de una abundante y diversa fauna: invertebrados como las mariposas o los coleópteros (ciervo volador); peces como la trucha común, anfibios (tritones, salamandras, sapo común….); reptiles (lagarto verdinegro, culebra viperina, eslizón…); aves (mirlo acuático, oropéndolas, abubillas, rapaces como milanos, ratoneros, buitres leonados, águilas reales…) y mamíferos (lince, gatos monteses, nutria, desmán ibérico…).